La mamá le dice al hijo: “Deja que tu papá te enseñe cómo hacerlo”
El papá le dice al hijo: “No te preocupes, deja que tu mamá te lo arregle”. ¿Te suena familiar?
No me refiero a estas palabras exactamente, pero sí al tono y al momento en que elegimos para decirlas: muchas veces nuestro tono sugiere de antemano que el niño no tiene la capacidad de descubrir por sí mismo qué hacer. O bien no tenemos la paciencia ni el tiempo para permitirles que explore y descubra cosas entorno a su propio ritmo.
¿Increíble, no? Frases pequeñas que crean grandes consecuencias.
Nuestra intención o deseo es criar a nuestros hijos como personas seguras de sí mismas, competitivos y felices, pero no nos damos cuentas de que para lograrlo ellos necesitan practicar solos desde niños.
Debemos tener cuidado con nuestra paciencia cada vez que nos sintamos ansiosos o decepcionados por el tiempo que se tardan de armar una torre de cubos o amarrarse las agujetas de los tenis.
Dejemos a nuestros hijos pensar, discernir, crear y descubrir sus propias soluciones.
#PiensaPositivo
Hola , mil gracias por compartirnos esas excelentes reflexiones.para aprender cada día .😊