Todos somos testigos de la capacidad que tiene nuestro cuerpo de recuperarse después de haber vivido bajo situaciones complicadas, como la falta de alimento, sueño, exceso de trabajo e incluso con el consumo mínimo de agua.
Sin embargo, como respirar es una más de esas funciones de nuestro cuerpo que sucede sin mayor esfuerzo frecuentemente le damos la mínima importancia.
Es fundamental para nuestro cuerpo tener control de nuestra respiración, por ello, te sugiero que empieces por revisar tu postura física ahora mismo.
¿Sientes que ésta te ayuda a respirar libremente o de alguna manera te oprime al momento de inhalar el aire profundamente? Si te regalas unos minutos podrías observar si la obstrucción viene de tu espalda, del abdomen o del pecho. Si es en la espalda tal vez es la silla o en donde estás sentado o bien la forma en que estás parado. Intenta corregir tu postura e inhala profundamente y observa si hay diferencia. Si es en el pecho trata de modificar tu postura o ropa que en este momento estés vistiendo.
No importa qué actividad realices, empieza a buscar la forma en que tu ambiente de trabajo te ayude a mantener la espalda recta y los hombros alineados. Tomate unos minutos y realiza este ejercicio por lo menos cada 2 horas: Levanta tu esternón, gira tus hombros hacia atrás, hacia arriba, hacia adelante y hacia abajo; al mismo tiempo que concentras tú atención en inhalaciones y exhalaciones profundas.
Aprende a respirar de una forma más completa y consistente ahora que sabes todo el beneficio que ello conlleva.
#PiensaPositivo
Gracias Mariano por los consejos y reflexiones,nos ayudan a ser mejores personas cada día!!