Parece complicado, pero es más claro de lo que te imaginas, trata de distinguir cuál es la comida que te produce energía y cuál es la que te cuesta más trabajo digerirla.
Nuestro cuerpo obtiene energía de los alimentos que comemos a través de sus nutrientes, sin embargo, entre más energía necesite nuestro cuerpo para digerir y asimilar los alimentos, menos energía nos quedará para el resto de nuestras actividades.
De ahí lo importante que resulta elegir nuestra comida.
Si tu menú diario se basa en azúcares refinadas, harinas blancas y alimentos procesados, estás comiendo para llenarte y no para alimentarte.
Si consumes alimentos nutritivos no tendrás la necesidad de comer más y si éstos contienen fibra como el pan integral, estarás ayudando en mucho al equilibrio en el gasto de energía que tu cuerpo necesita para funcionar.
#PiensaPositivo
Quiero que me lleguen más reflexiones