Es en la adolescencia cuando surge el interés de establecer relaciones más cercanas o íntimas a través de las cuales se adquiere una nueva identidad.
Muchas veces la atención emocional y el tiempo que se invierte en una relación a esta edad son inmensos y más cuando se carece de afecto y atención en la estructura familiar.
Es a través del amor y del apoyo de los padres que el adolescente construye en gran medida su seguridad personal, esto la hace capaz decir sí a lo que quiere decir no a lo que no quiere, sin remordimiento o miedo al rechazo.
Si estás de acuerdo en esto comparte con tu hijo la idea de que esta relación puede volverse íntima cuando los involucrados se preocupan por sí mismo, tanto como el uno por el otro.
Conversa con él acerca de los riesgos y peligros a los que en esta edad estará expuesto.
Si antes no tuviste la oportunidad de establecer una buena comunicación o lazo de unión a su hijo, piensa que nunca es tarde para hacerlo.
#PiensaPositivo
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