Cuando nuestros hijos son pequeños felizmente estamos en control de casi todo lo que conllevan estos eventos. Digamos que tenemos en nuestras manos el cuidar de su salud y seguridad. Podemos elegir el disfraz, las calles o lugares a donde irán a recolectar sus dulces y hasta a qué hora regresarán a casa.
Tenemos también, la amplia libertad y por supuesto la responsabilidad de revisar que los dulces traigan su envoltura original y sellada antes de que los niños se los lleven a la boca; podemos y debemos distribuirlos en diferentes porciones para el resto de la semana y con discreción desechar aquellos que consideramos no saludables o sospechosos. Y, si somos muy afortunado los tendremos en su cama sólo1 o 2 horas más tarde que de costumbre, ¡pero no más! Por supuesto habrá algunas excepciones.
El reto se presenta cuando tus hijos son pre-adolescentes o adolescentes que por primera vez no van a ser acompañados por mamá o papá. Ahora ellos deciden sus disfraces, con quién y a dónde van a ir en la noche de Halloween o a pedir su calaverita.
Sin duda, es saludable que tus hijos disfruten y experimenten su nueva “independencia”, pero esto no quiere decir que no debas establecer reglas y límites respecto a su comportamiento y sobretodo alertarlos de los posibles peligros o situaciones que pueden encontrar en las calles, sea caminando, manejando o en el auto del amigo, e incluso en la misma fiesta a donde han sido invitados.
En esta edad y en estas ocasiones es importante reforzar tus reglas respecto al alcohol y a las drogas, así como las consecuencias por desobedecerlas.
Muchas veces los papás cometemos el error de pensar que no es necesario repetírselos por no atosigarlos. Sin embargo, cuando las reglas o límites no se revisan con frecuencia en esta etapa, los jóvenes suelen pensar o más bien sentir que ya están en edad de empezar a experimentar, y algunos – equivocadamente- se creen capaces de resolver cualquier situación.
Pregúntales con qué amigos van a salir, asegúrate de tener sus números telefónicos, la dirección de la fiesta; pídeles que te avisen si deciden - a última hora - ir a otro lugar o con diferentes amigos.
Háblales del vandalismo que suele suceder en estos eventos, de la cantidad de gente que se atreve a manejar alcoholizada a pesar de las restricciones que existen y no olvides mencionar el incremento en la diversidad de drogas ilegales y su uso en jóvenes de su misma edad y las consecuencias.
Aunque te cueste trabajo creerlo, los padres seguimos siendo – para bien o para mal – la mayor influencia en la vida de nuestros hijos.
Mariano Osorio
#Piensa positivo
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?