¿Recuerdas cuando tus padres te pedían que comieras verduras porque éstas eran buenas para tu salud? Pues te dijeron una gran verdad y tú no quisiste creerla. Entre todos los alimentos, los vegetales crudos son los de más fácil digestión, los que mejor asimila nuestro organismo.
¡Ojo! No me estoy refiriendo a unas cuantas rebanadas de lechuga, jitomate y cebolla en tu torta o hamburguesa. Hablo de un buen plato de vegetales que den vigor al cuerpo, cuando menos una vez al día. No tienes idea lo que esto puede impactar en tu cuerpo de manera integral, de la cabeza a los pies.
No estoy sugiriendo que solo de verduras debamos vivir, pues los demás alimentos que contienen proteínas, carbohidratos y, aun, grasas pero naturales, son necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Pero, quiero insistir en que el consumo de vegetales crudos debiera ser parte importante de nuestras comidas diarias. Recuerda, siempre que hay que lavarlos muy bien, desinfectarlos y comértelos – cuando puedas - en forma natural, si gustas con limón y un poco de sal, o aderezados con aceite de oliva, vinagre y sal.
Estoy seguro de que por ahí cuentas con deliciosas recetas de ensaladas con verduras variadas, hoy es la ocasión para desempolvarlas y ponerlas en práctica.
La mejor forma de saber cuáles alimentos te caen mejor es que, una o dos horas después de ingerirlos, observes con detalle cómo te sientes. Si tienes las pilas cargadas, si te sientes con ánimo de realizar tus actividades y bien despierto, entonces sabrás que has consumido el alimento idóneo y lo debes mantener en tu dieta cotidiana.
En cambio, si te sientes cansado, somnoliento y ansioso por seguir consumiéndolo, -como sucede con las papas fritas o el pan blanco-deberás aceptar que no es apropiado para ti o, por lo menos, que no deberás comerlo de manera habitual.
#PiensaPositivo
Edtu gran admiradora 5573523996