Las conoces? Seguramente sí, tal vez incluso te encuentres preocupada al pensar que tu hija pueda estar en riesgo de adquirir uno de estos desórdenes alimenticios.
La bulimia, según expertos es un desorden alimenticio que se manifiesta en el hecho de ingerir grandes cantidades de comida para luego provocarse el vómito, así como el uso excesivo de laxantes o diuréticos, o bien hacer ejercicio de manera excesiva.
Por otro lado, la anorexia es también un desorden alimenticio, pero a diferencia de la bulimia una persona anoréxica limita el consumo de alimentos, aún cuando sus medidas y su peso estén por debajo de los límites saludables.
Ambos pueden presentarse en mujeres y hombres, a diferentes edades, pero lo que hay que resaltar es que el factor de riesgo en las mujeres adolescentes se considera alto.
Los adolescentes frecuentemente se preocupen por su cuerpo y si a esto le sumamos el bombardeo publicitario de la “supuesta” figura perfecta es entonces que se vuelve prioritaria la idea de considerar estos hábitos nocivos como un riesgo para tu hija.
Te sugiero que procures compartir las horas de comida con ella, trata de incluir en tus platillos verduras, agua, pollo, carne desgrasada y trata de reducir el consumo de tortillas y harinas blancas y de limitar el uso de la sal y azúcar refinada.
El hecho de que tu hija sienta tu apoyo la hará sentir menos estresada y sin necesidad de buscar ayuda en alternativas nocivas para la salud y el beneficio para ti será doble.
#PiensaPositivo