¿Alguna vez ha pasado por tu mente la idea de que mientras más te preocupas por lo que tu pareja hace o deja de hacer, él o ella se ocupa menos de eso?
Por ejemplo, si te la pasas diciéndole lo importante que es mostrar a los hijos una buena relación de pareja o le enumeras constantemente las razonas por las que deben permanecer juntos a pesar de todo, lo único que consigues es que él o ella ya no necesite preocuparse por nada, ni hacer ninguna reflexión al respecto, ni imaginar lo que pueda suceder si decidieran separarse. Tú estás haciendo todo el trabajo y no permites su propia reflexión.
Algunas personas hacen de sus reclamos una rutina, un hábito y hasta una forma de vivir, no se dan cuenta de que nada de lo que dicen ayudará a resolver su problema, sino todo lo contrario.
Si realmente deseas mejorar tu relación, lo importante es reconocer que esto es un reto, un reto de cambio. Y como todos los retos, éste te ayudará a poner en claro lo que quieres lograr.
Recuerda que un reto no puede ser un deseo vago sino una acción precisa, pues entre más claro tengas lo que deseas, más fácil será para ti llevar a cabo las acciones para lograrlo.
Te sugiero que al momento de plantear tu reto pienses más en lo que quieres que en lo que no deseas. Describir lo que no quieres será una queja o reclamo, a diferencia de describir lo que quieres, pues esto se volverá un deseo y por lo tanto, una aspiración.
Aún más importante es describir lo que quieres lograr, en lugar de lo que tu esposo o esposa está haciendo mal. Cuando enfoques tu atención en tu deseo, tu comportamiento y actitud serán el nuevo lenguaje de comunicación con tu pareja, de esta forma cautivarás su atención y muy posiblemente la motivarás para que empiece a hacer lo mismo.
#PiensaPositivo