El agua es vida

¿Sabías que una forma de retardar el envejecimiento de nuestro cuerpo es manteniéndolo bien hidratado?

Para mantenernos saludables es preciso tomar cuando menos ocho vasos de agua al día y por supuesto, incluir en nuestra dieta verduras, frutas, cereales, lácteos y carne. Esto no significa que debamos comer carne de res, pescado y pollo todos los días y no solo por cuidar el presupuesto familiar, sino porque no es necesario. Solo requerimos tener una dieta equilibrada de cada uno de estos alimentos, y algo muy, muy importante, es evitar en lo posible el consumo de productos chatarra que tú sabrás identificar muy bien.

Hoy mismo empieza a hidratar tu cuerpo tomando cuando menos tres vasos de agua al día, uno en la mañana, otro a mediodía y el último unas dos horas antes de irte a dormir, a fin de no interrumpir tu sueño para ir al baño. Y no dejes de considerar esta acción como una buena costumbre y no como algo forzado. Si eres constante, esto se volverá un hábito que conservarás por el resto de tu vida. Cuando bebas el agua, disfrútala, dedica esos segundos o minutos a consentir tu cuerpo y éste la recibirá de forma provechosa.

Estos vasos de agua no pueden sustituirse con jugos, café, té o leche, y mucho menos con refrescos, pues la hidratación no será igual de efectiva. Si no te gusta el sabor del agua pura, agrégale una o dos gotitas de limón. Tal vez te guste tomarla fría, entonces puedes poner una jarra de agua en el refrigerador desde la noche anterior y así, al día siguiente que te la tomes, te habrás proveído de un apapacho. Esta es la manera constructiva de ver las cosas; la negativa consiste en permitirte pensar que será demasiado trabajo el poner cada día una jarra de agua en el refrigerador para ti.

No olvides hervir el agua y si la compras embotellada, procura servírtela en un vaso de vidrio, ya que al estar embotellada va perdiendo oxígeno mismo que recuperara al momento de verterla en el vaso.

#PiensaPositivo