Tal vez mientras me acompañes en este blog te des cuenta que es tiempo de aceptar que hay actitudes o formas de reaccionar que deseas cambiar para tener un mejor balance en tu vida, quizá ya has empezado a tomar conciencia del impacto que tienen tus pensamientos negativos en tu vida y en tu salud.
Esto quiere decir que ¡Tienes la intención de cambiar! ¡Felicidades! Esto es lo más importante. Ahora mismo podrías dar un gran paso e ir de la intención a la acción. ¿Cómo? Comprometiéndote a medir la calidad de tu vida a través de resultados y no de intenciones, pues una buena intención puede morir si no se lleva a cabo una acción correspondiente.
Quiero proponerte que consideres cada idea, cada reflexión y sugerencia que he traído a ti en estos blogs, y seguiré trayendo, si tú me lo permites; y a tu conveniencia y propio criterio la hagas parte de un efectivo y muy personal plan de acciones.
Algo que frecuentemente puede impedirte pasar de la intención a la acción: las excusas, empezando por decidir cuándo empezar, pues siempre dejamos para mañana lo que hoy podemos realizar. ¡Ojo! Saber identificar en qué estás fallando es llevar recorrida la mitad del camino, actuar es la otra mitad.
Solo a través de los resultados sabrás si en realidad has cambiado, lo importante es empezar por tener la intención de hacerlo.
Cuando comiences a hacer cosas diferentes, regreses a estudiar, apliques a un nuevo trabajo, empieces a comer de manera sana, a dar voz a tus sentimientos, podrás percibir que como todas y cada una de estas acciones está dando un nuevo sentido a tu vida.
Nuevas oportunidades se presentaran, nuevos amigos, tendrás una diferente perspectiva respecto de tus pendientes a resolver y muy pronto descubrirás que tu vida no es más la misma repetición de lo que no funciona.
¡Comprométete, haz lo que se necesite y ten lo que quieras!
#PiensaPositivo