¿Por qué pensar en un futuro lejano? ¿Por qué imaginar un hermoso campo lleno de flores al final del camino, cuando hoy podríamos empezar a gozar la vida? Esta vida que tenemos y que solemos ignorar: el aquí y el ahora.
No idealicemos la felicidad, no confundamos esos "momentos" que nos hacen brincar de gusto y aceleran el corazón. Aunque sin duda son revitalizadores, con frecuencia tienen que ver con situaciones efímeras como adquirir bienes materiales o recibirlos; pero éstos no constituyen la felicidad. Ésta se construye con los detalles de cada día, es la que aprende del dolor pero no se adhiere a él, la que supera las dificultades que invariablemente nos impone la vida… en fin, la que nos hace sentirnos a gusto con lo que somos y tenemos. Así de llano y simple.
Para ser felices hace falta algo más que repetir lo maravillosos y valiosos que somos. Creerlo requiere de voluntad para encontrar el significado personal de la felicidad que surge de nuestro compromiso con un proyecto de vida.
Hagamos un esfuerzo por asumir conscientemente que no podemos comprarla, sino construirla. Rescatar nuestra vida íntegra y hacer que merezca ser vivida. Aprender la diferencia entre lo que tiene valor y lo que tiene precio.
Volvamos a maravillarnos y asombrarnos de todo como cuando éramos niños, así podremos valorar todas las cosas de nuevo. Sin importar nuestra edad debemos recuperar los sueños que hemos tenido y entregarnos a ellos.
Algunos afirman que pensar con un enfoque positivo es un don, yo creo que es una actitud de voluntad, una decisión personal que consiste en apostar a favor de la vida.
#PiensaPositivo
En buen momento llega, gracias!