Una noche, un ratón sin saber cómo había ido a parar al interior del equipaje de una caravana que estaba atravesando una zona desértica, salió de su escondite para poder tomar el aire fresco.
Pero apenas había salido cuando, ante sus ojos rasgados, apareció una sombra temible.
-¿Quién eres? -balbuceó.
-¡Soy un león! -rugió fuertemente la sombra.
-¡Oh perdona! -rió el ratón- . Es que te había confundido con el gato.
-¡Qué tonto soy! ¡Hola león! ¿cómo estás?
No cabe duda que dice bien el dicho “nada teme el que nada sabe”
Me encanto el escuchar tu voz un gran regalo
estoy escuchando ,y cada uno es hermoso tanto por la historia como por la hermosa voz tuya,gracias Mariano…
Gracias Mariano por compartir este cuento, que me deja la moraleja de que todo está en mi mente, mis miedos, mis limitaciones, y que también está en mí el sacarlos de ahí y salir a correr el reirsgo, finalmente vivir es un riesgo y bien vale la pena correrlo, clarobque siempre en compañía de Dios.
¿De donde te inspiras?