Una noche, un ratón sin saber cómo había ido a parar al interior del equipaje de una caravana que estaba atravesando una zona desértica, salió de su escondite para poder tomar el aire fresco.
Pero apenas había salido cuando, ante sus ojos rasgados, apareció una sombra temible.
-¿Quién eres? -balbuceó.
-¡Soy un león! -rugió fuertemente la sombra.
-¡Oh perdona! -rió el ratón- . Es que te había confundido con el gato.
-¡Qué tonto soy! ¡Hola león! ¿cómo estás?
Gracias, maestro muy bonito cuento para mi hijo.