Iba el asno caminando cargado con tanto peso que ya no podía más; así pues, le pidió ayuda al caballo.
-Anda, coge un poco de mi carga, por favor- le pidió.
Pero el caballo se negó a hacerlo y, al cabo de poco, el asno se desplomó contra el suelo y murió.
Entonces, el dueño colocó toda la carga del asno sobre el caballo. Es más, añadió también la piel del propio asno.
El caballo se arrepintió y mucho de no haber ayudado a un compañero. Pero, saben qué… ya era demasiado tarde.
que bueno por el caballo por flogo y que mal por el pobre asnito
Muy buen cuento tbn trae una reflexión gracias mariano
Mariano, eres una gran pesona por la forma de compartir tu trabajo. nos motivas en nuestro trabajo, en nuestras vidas. hoy quiero decirte que estas lecturas de cuentos cortos las avmos a compartir con niños y padres de familia, para hacer mas atractiva la lectura y fomentar el hábito. Gracias Felicidades
Muchas gracias Mariano y a todo tu equipo, por estas reflexiones, que en estos momentos que vivimos, tan falta de valores, nos ayudan a creer y mejorarnos como personas, y sobre todo a pensar positivo, muchas gracias ?
Mi punto vista es si alguien te pide ayuda hay que darla en ese momento .