Alrededor del 30% de la población mundial padece algún desorden de ansiedad, pero muchos de ellos no lo saben. Conoce en qué consisten.
Además de las cifras de muertos y enfermos, la pandemia por Covid-19 dejó al descubierto otra pandemia menos conocida: la de las enfermedades mentales. Entre ellas, los desórdenes de ansiedad destacan entre los más comunes y menos diagnosticados.
“Es normal sentir cierta ansiedad. Puedes sentirte nervioso o ansioso si tienes que enfrentar un problema en el trabajo, ir a una entrevista, hacer un examen o tomar una decisión importante. Pero un desorden de ansiedad va más allá del nerviosismo regular y el pequeño miedo que puedes sentir de vez en cuando”, detalla el departamento de psiquiatría de la Clínica Cleveland.
Los trastornos de ansiedad tienen como condición la interrupción de la vida cotidiana, se pueden presentar en cualquier momento y pueden incluso estar asociados con otras enfermedades, tanto físicas como emocionales.
“Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo.
“Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede suceder que evites ciertos lugares o situaciones. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta”, detallan expertos de la Clínica Mayo.
En un grado alto, los trastornos de ansiedad pueden incluso poner en riesgo la vida de quienes los padecen. De acuerdo con el Departamento de Salud Pública de Canadá, quienes padecen esta enfermedad pueden tener hasta 19 veces más pensamientos suicidas, en el caso de los hombres, y 8 veces más en el caso de las mujeres.
“Entre los individuos que reportan un historial de intentos de suicidio, más del 70% tienen un desorden de ansiedad. Incluso ajustando los factores sociodemográficos, la presencia de un desorden de ansiedad estuvo significativamente asociada con al menos un intento de suicidio”, detalla el profesor Josh Nepon de la Universidad de Manitoba.
El trastorno de ansiedad generalizado (GAD, por sus siglas en inglés) es una enfermedad mental crónica, la cual puede ser atendida con medicamentos prescritos por un médico especialista, los cuales recomiendan poner atención a los síntomas que pueden revelarlo.
“Entre los síntomas del GAD se encuentran sentirse cansado, derrotado o al límite, fatigarse rápidamente, tener dificultad para concentrarse, irritabilidad, dolores de cabeza, musculares o de estómago, dificultad en el control de los sentimientos y problemas para dormir”, detalla el Instituto Nacional para la Salud Mental de Estados Unidos.
Este trastorno puede expresarse a través de crisis, en las cuales se percibe sudoración excesiva, taquicardia, una sensación de miedo o preocupación extremas e incluso puede ocasionar desmayos.
“La gente con GAD tiene ataques de pánico recurrentes e inesperados. Los ataques de pánico son períodos súbitos de miedo intenso, incomodidad o sensación de perder el control incluso cuando no existe peligro o algo que lo cause”, detalla la dependencia.
Aunque no están claras las circunstancias que desembocan en un trastorno de ansiedad generalizada, el estrés, un ritmo de vida sedentario, la timidez, traumas psicológicos e incluso otros padecimientos, como la diabetes, malestares en la tiroides o enfermedades coronarias, pueden ser un factor que ayude en su desarrollo.
Otro punto a tomar en cuenta, de acuerdo con los expertos, es que en algunas ocasiones los síntomas se pueden agravar con el abuso del alcohol o las drogas, puesto que, usualmente, tras un episodio de ansiedad puede sobrevenir una depresión.
“Es posible que tus preocupaciones no se vayan por sí solas y que empeoren con el paso del tiempo si no procuras ayuda. Visita a tu médico o a un profesional de salud mental antes de que tu ansiedad empeore. Es más fácil tratarla si obtienes ayuda pronto”, aconseja la Clínica Mayo.
Fuente: La lista