Un grupo de investigadores franceses ha descubierto que nuestro cerebro cambia cuando comemos y ni siquiera lo notamos, por lo que así se explicaría la sensación de saciedad.
Esta sensación estaría provocada por los niveles de glucosa en la sangre que a su vez generarían reacciones desencadenadas en nuestro organismo.
Según expertos, los circuitos neuronales que controlan las sensaciones de hambre y saciedad modifican sus conexiones cuando nos dedicamos a comer.
Para el estudio se analizó el comportamiento de roedores y se descubrió que la plasticidad neuronal tiene muchas más modificaciones en las personas obesas que en aquellas con un peso dentro del margen.
“…los astrocitos, que son algunas de las células cerebrales más importantes de nuestro cerebro. Al comer, los astrocitos cambian sus interacciones con las neuronas de la saciedad, que se conocen como neuronas proopiomelanocortina (POMC)” mencionó Alexandre Benani del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS)
Como se ha confirmado a lo largo de los años, este estudio también expuso que las grasas no brindan una sensación de saciedad por mucho que se crea que sí, pues no logran activar a los astrocitos.
Sin embargo, consumir glucosa sí podría calmar el hambre y provocar que una persona tenga un shot de energía siempre y cuando este nutrimento se consuma con medida.
“Se podría sugerir consumir un poco de azúcar durante la comida para promover la saciedad. En realidad, podemos decir que finalizar la comida con un postre podría ser beneficioso” explican.
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Fuente: Televisa