Jordi Muñoz, un joven mexicano de Ensenada, Baja California que creó un dispositivo que revolucionó el mundo de la tecnología.
Jordi había sido rechazado por la universidad a la que quería entrar, mientras tanto se puso a experimentar con chips y controladores, hacía pruebas con el código y compartía todo en “DIY Drones”, una plataforma para aficionados a construir sus propios vehículos aéreos no tripulados en la que se compartían desde experiencias hasta planos de componentes electrónicos.
De tanto experimentar, un día logró hacer volar de forma autónoma un helicóptero de juguete utilizando una plataforma de código abierto y hackeando su consola Nintendo Wii.
Subió su video a DIY Drones y captó la atención de Chris Anderson, creador de ese sitio web.
Anderson decidió invertir una pequeña cantidad de dinero para que Jordi pudiera replicar la tecnología que le permitió volar su dron, y tras el éxito obtenido en 2009 crearon la compañía pionera en drones 3D Robotics, con la que pusieron estos dispositivos al alcance de todos.
Para 2014 revolucionaron la industria al lanzar para todo el público el primer dron completamente listo para volar.
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