“No soy un robot” es el llamado código Captcha, se basa en un algoritmo público que pide al usuario introducir correctamente un conjunto de caracteres en una imagen distorsionada, funciona como una prueba inversa, haciendo que la máquina sea la que distingue entre un robot y un humano.
Detrás de la idea está el guatemalteco Luis von Ahn, un informático y profesor de ciencias de la computación quien le vendió su invento a Google.
Los captchas son usados por sitios web y aplicaciones para evitar que los robots participen en las plataformas.
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