En la mayor parte del mundo se festeja la llegada del Año Nuevo, aunque no para todos es igual porque el pueblo judío, los kurdos, el Islam y países como Etiopía y China se rigen por su propio calendario para la celebración.
En Etiopía la celebración de Año Nuevo, el "Enkutatash", que significa "regalo de joyas" y -según una de las muchas versiones de esta festividad- se refiere a la bíblica reina de Saba, es el 11 de febrero, salvo en los años bisiestos, y el año que atraviesan actualmente es el 2009.
El país africano se rige por el calendario copto, de 13 meses, los 12 primeros de 30 días y el decimotercero de cinco o seis días.
En China el Año Nuevo es la festividad más importante; se rige por el calendario lunar y cada año se celebra en una fecha diferente, siendo para el 2017 el 28 de enero.
El Año Nuevo se recibe con fuegos artificiales y bailes de dragones y leones, y se festeja en familia con millones de personas que vuelven a sus poblaciones de origen para pasar esos días, en tanto, por la noche se abren todas las ventanas y puertas para dejar que la suerte entre en las casas y las luces permanecen encendidas para mostrar el camino a la buena suerte y ahuyentar a los malos espíritus.
Por otra parte, los judíos celebran la llegada de un nuevo año con Rosh Hashaná en los dos primeros días del mes Tishrei del calendario judío; y en el 2017 esas fechas son el 21 y 22 de septiembre, cuando la gente toma conciencia de sus obligaciones morales.
Es costumbre cubrir manzanas con miel para que el año que comienza sea dulce; los panes para la fiesta de Año Nuevo no son alargados, como suele ser habitual, sino redondos para simbolizar el ciclo anual.
Otro pueblo que celebra de un modo diferente es el Islam, donde se recuerda en año nuevo la peregrinación del profeta Mahoma de la Meca a Medina en el año 662 D.C., y es con ese viaje que comienza a contarse el tiempo.
Los musulmanes no celebran la llegada del año con petardos ni fuegos artificiales, sino con instrumentos de viento tradicionales, y la comida que se sirve tiene un significado particular: las bayas, manzanas, vinagre, ajo o dulces simbolizan la suerte, la salud y el bienestar. En 2017 el Año Nuevo islámico comienza el 21 de septiembre.
Para los kurdos y otros pueblos de Oriente Medio y Oriente Próximo la fiesta del Nowruz, que la Unesco incluyó como Patrimonio Cultural Inmaterial y se celebra el 21 de marzo, simboliza el comienzo de la primavera de un nuevo año.
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Fuente: Agencia DPA