El estrés y las circunstancias de la nueva normalidad han estimulado la aparición de insomnio entre las personas, el trastorno más común del sueño
La pandemia por el coronavirus COVID-19 ha causado una serie de estragos en la salud mental de los mexicanos. El estrés y las circunstancias de la nueva normalidad han estimulado la aparición de insomnio entre las personas, el trastorno más común del sueño en nuestros días.
El insomnio se define como la dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo, de manera frecuente, y ocasiona que cuando la persona despierte lo haga muy temprano, no pueda volver a dormir o se mantenga cansada durante el día.
Según la Academia Mexicana de Medicina del Dormir alrededor de 40 millones de mexicanos sufren algún tipo de trastorno del sueño, por ejemplo el insomnio, el más común de todos.
La obesidad, depresión, diabetes e hipertensión son algunas comorbilidades asociadas a la vigilia que, al mismo tiempo, puede ocasionar una serie de problemas a quien la padece.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 30% de los accidentes están relacionados con el cansancio y el sueño durante el día y se estima que el 18% de los accidentes carreteros y 36% de los percances aéreos están relacionados justamente con la falta de descanso.
Síntomas
- Dificultad para conciliar el sueño a la noche
- Despertarse durante la noche
- Despertarse muy temprano
- No sentirse bien descansado después del sueño nocturno
- Cansancio o somnolencia durante el día
- Irritabilidad, depresión o ansiedad
- Dificultad para prestar atención, concentrarse en las tareas o recordar
- Aumento de los errores o los accidentes
- Preocupaciones constantes respecto del sueño
Causas
- Estrés. La situación de la pandemia respecto al dinero, el trabajo, las actividades pueden ocasionar que la persona mantenga un estado de preocupación constante durante la noche, lo que le imposibilite el sueño. Otros factores como situaciones relacionadas con la salud, la escuela, la familia también pueden estimular al insomnio.
- Malos hábitos del sueño. No tener disciplina para ir a la cama es un factor importante para el desarrollo del insomnio. En ocasiones se realizan todo tipo de actividades en la habitación, sobre la cama, que no tiene relación con el sueño; que debe durar entre 7 y 8 horas para que sea reparador en la mayoría de los adultos. Comer, ver televisión, jugar, utilizar dispositivos electrónicos, trabajar en la cama tiene implicaciones negativas en el ciclo del sueño.
- Alimentación. Las cenas sobrecargadas pueden ocasionar molestias físicas que tienen impacto para convocar al sueño. Altas cantidades de grasa, azúcar, alcohol o neuroestimuladores, como la cafeína, provocan que el organismo se vea incapacitado para descansar.
- Medicamentos. Algunas drogas tienen impacto colateral en la calidad del sueño. Es importante consultar al médico para revisar la dosis o un posible cambio en el medicamento que afecte menos a la hora de dormir.
- Ansiedad. Los trastornos psicológicos, como la ansiedad, son factores importantes para el desarrollo del insomnio. Es importante acudir a psicoterapia para que un experto colabore a la resolución de este padecimiento.
¿Cómo puedo prevenir el insomnio?
Existen algunos hábitos que pueden promover un sueño profundo y prevenir el insomnio. Aquí algunos de ellos:
- Crear una rutina estricta de irte a la cama y despertar por la mañana que defina un horario específico que aplique, incluso, los fines de semana.
- Realizar algún deporte o actividad física.
- Evitar o limitar el tiempo para tomar siestas durante el día.
- Evitar el consumo de alcohol, cafeína y nicotina.
- No consumir alimentos y bebidas en exceso justo antes de ir a dormir.
- La cama debe utilizarse exclusivamente para dormir, no realizar otras actividades ahí.
- Leer o escuchar música suave puede ayudarte a conciliar el sueño.
La Clínica Mayo afirma que si el insomnio ya afecta el desempeño de la persona durante sus actividades diarias, es hora de consultar a un médico.
Fuente: Informador.mx