Cada vez son más numerosos los estudios que constatan que el consumo de café es muy beneficioso para la salud. Ya sea en el desayuno, la sobremesa o cualquier momento del día. Por ejemplo, ya se sabe que las personas que toman café tienen una menor probabilidad de padecer esclerosis múltiple y cáncer colorrectal. Sin embargo, también hay otras investigaciones que sugieren que el café podría aumentar el riesgo de desarrollo de algunas enfermedades muy graves y potencialmente mortales. Entonces, ¿tomar café es bueno o malo para la salud? Pues un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles (EE.UU.) podría, por fin, concluir el debate sobre las bondades y perjuicios del café. Y es que, de acuerdo con los resultados, las personas que beben café viven más años.
Como explica Veronica W. Setiawan, directora de esta investigación publicada en la revista «Annals of Internal Medicine», «no podemos asegurar que tomar café prolongará su vida, pero en nuestro trabajo hemos visto una asociación.
Algunos estudios publicados en los últimos años han alertado de un mayor riesgo de diabetes, distintos tipos de cáncer, enfermedades hepáticas, párkinson y otras enfermedades crónicas asociadas al consumo de café. Como apunta Veronica Setiawan, «algunas personas consideran que tomar café puede ser malo para su salud dado que podría aumentar el riesgo de enfermedades del corazón o causar úlceras estomacales y ardor. Pero la mayoría de las investigaciones llevadas a cabo con el café han mostrado que no provoca ningún daño sobre la salud. El café contiene un gran número de antioxidantes y compuestos fenólicos que juegan un papel muy importante en la prevención del cáncer. Y si bien nuestro trabajo no muestra una causalidad o identifica qué compuestos químicos son responsables de su ‘efecto elixir’, deja claro que el café puede ser incluido como parte de una dieta y estilo de vida saludables».
Entonces, y lejos de dañar nuestra salud, ¿es posible que el café reduzca nuestro riesgo de mortalidad general? Pues para responder a esta pregunta, los autores siguieron durante 16 años la evolución de 185.855 adultos de distintas etnias y edades comprendidas entre los 45 y los 74 años que respondieron cada cinco años a distintos cuestionarios sobre sus hábitos de vida y su dieta –incluido el consumo de café, especificando si era normal o descafeinado.
Los participantes fueron divididos en cuatro grupos de acuerdo a sus hábitos cafeteros: no bebedores de café –16% del total de la muestra–; bebedores de una única taza diaria –31%–; consumidores de dos o tres tazas de café al día –25%–; y grandes consumidores –cuatro o más tazas diarias, 7%–. Y a todos ellos se unió el 21% de participantes restantes cuyo consumo de café fue definido como ‘irregular’.
Concluido el periodo de seguimiento del estudio, 58.397 participantes –o lo que es lo mismo, el 31% de la muestra– habían fallecido, principalmente por una enfermedad cardiovascular –36% de los decesos– o cáncer –31%.
Los resultados mostraron que, comparados frente a aquellos que nunca tomaban café, los consumidores de una única taza diaria tenían un riesgo un 12% menor de fallecer por cualquier causa. Un efecto positivo que fue mayor, de hasta un 18%, en el caso de beber entre dos y tres tazas diarias.
Y esta bondad tan notable del café, ¿es una consecuencia directa de la cafeína? Pues no. Como indica la directora de la investigación, «la menor mortalidad observada fue independiente de que el café fuera normal o descafeinado, lo que sugiere que esta asociación no está ligada a la cafeína».
En definitiva, y si bien aún se desconocen las causas exactas que explican este beneficio, parece claro que tomar café permite disfrutar de una vida más longeva. Un efecto que es independiente de la edad, sexo, hábito tabáquico, nivel educativo, comorbilidades, consumo de alcohol o práctica de ejercicio físico vigoroso. Y asimismo, de la etnia del consumidor.
Como concluye Veronica Setiawan, «hasta ahora había muy pocos datos disponibles de la asociación entre el café y la mortalidad en individuos de raza no blanca. Sin embargo, el riesgo de enfermedad y los estilos de vida pueden variar substancialmente entre las distintas etnias, y los hallazgos alcanzados en un grupo no tienen por qué aplicarse necesariamente a los demás. En este contexto, nuestro estudio es el más grande llevado a cabo al respecto e incluye minorías con estilos de vida muy diversos. Y la observación de un patrón similar entre las distintas poblaciones refuerza el argumento de que el café es bueno para todo el mundo y da igual que uno sea blanco, negro, latinoamericano o asiático».
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Fuente: ABC Salud