Científicos del Centro de Visión por Computador de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) (Catalunya, España) han analizado las diferencias en la percepción visual de dos patrones de color diferentes: rojo y verde, y lima y lila. Los resultados, publicados en el Journal of Vision, revelan un efecto novedoso que podría deberse a cuestiones evolutivas, en el cual los humanos resaltamos claramente los objetos rojos ante un fondo verde, pero en cambio somos incapaces cuando la combinación se hace con lila y lima.
En los experimentos, han expuesto a diferentes individuos ante estímulos visuales dentro de los ejes rojo-verde y lima-lila para entender las respuestas perceptivas de cada individuo. “Cada eje se procesa por un canal del sistema visual diferente y por eso hemos elegido estos colores, además de ser colores opuestos”, comenta Xim Cerdà-Company, primer autor del estudio.
Los autores buscaban entender mejor los efectos de asimilación de color y de contraste, y para ello analizaron los estímulos visuales de diferentes patrones y su efecto en nuestra percepción visual. La asimilación del color se da cuando somos expuestos a un punto de color neutro y nuestro sistema visual lo percibe como un color parecido al color que tiene a su alrededor; el contraste, en cambio, sería el efecto contrario, cuando dicho punto se percibe como el color opuesto al color que tiene a su alrededor.
Los datos muestran una diferencia importante en la percepción de ambos ejes de color. Mientras que en el patrón verde-rojo, los individuos siempre contrastaban los colores, en el eje lila-lima, los colores tendían a asimilarse. Es decir, que ante un fondo verde, el punto neutro siempre destacaba, pero ante un fondo lila, el punto neutro tendía a desaparecer.
El componente clave del experimento ha sido la intensidad lumínica, efecto al cual hasta ahora no se le había prestado demasiada atención. “Lo que hemos hecho es estudiar el efecto con diferentes diferencias de intensidad entre el punto neutro y su alrededor. Y a partir de aquí, hemos detectado estos efectos de asimilación que son totalmente diferentes entre ambos ejes”, explica Xavier Otazu, coordinador principal del proyecto.
Los investigadores barajan diversas hipótesis sobre los resultados del estudio y están convencidos que se debe a efectos evolutivos. “Todavía no se ha encontrado la utilidad biológica a la inducción de color, pero está claro que al final todo viene dado por una cuestión evolutiva”, explica Cerdà-Company. Tiene sentido que los colores, expuestos ante un fondo verde, se contrasten y se vean de forma clara si el factor evolutivo nos empuja a buscar comida en los árboles.
“Si pones el objetivo en la copa de un árbol, como sería una fruta, no quieres asimilar el color de esta fruta y no verla, aquellos individuos con capacidad de distinguir las frutas con mayor facilidad tendrían un éxito evolutivo mayor, y de ahí, posiblemente, venga la condición de contrastar los colores en el patrón verde – rojo”. En cambio, el eje lima-lila debería analizarse mejor a qué objetos de la naturaleza va relacionado y podría ser la razón por la cual nuestro sistema visual asimila ambos colores.
Los interrogantes en temas de percepción visual son, a día de hoy, todavía numerosos. El concepto de asimilación varía de forma sorprendente y todavía no se comprenden los mecanismos neurológicos precisos que hay detrás de cada proceso. Los investigadores del equipo de Xavier Otazu y Alejandro Párraga en el Centro de Visión por Computador se centran en los aspectos básicos de la percepción del color y de nuestro entorno estudiando el sistema visual, no solo para comprender mejor el funcionamiento de nuestra percepción, sino para poder trasladar ese estudio a la percepción de los ordenadores cuando son expuestos a imágenes.
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Fuente: UAB