El chocolate engancha por esa combinación de dulce y amargo y por dejar un poso intenso en el paladar. Una de las razones por las que suele gustar tanto es por su contenido en endorfinas que, tal como explica el nutricionista Álex Vidal, proporciona al cerebro una sensación de relajación, de placer y de bienestar. «Esto justifica que, en muchas ocasiones y de manera inconsciente, cuando tenemos un mal día nos apetezca, casi desesperadamente, comer chocolate», añade. Pero además de ser un alimento que produce una sensación placentera, tiene propiedades nutricionales que quizá no conozcas.
La elevada concentración de cacao de la variante más pura le confiere propiedades antioxidantes por la presencia del flavonol, que previene la formación de coágulos, reduce la inflamación y la resistencia a la insulina. Otro de los beneficios atribuidos al chocolate es que mejora el rendimiento intelectual, incluida la memoria.
#PiensaPositivo
Fuente: Hoy.es