Puede que si te paras a pensar en aquellas situaciones en las que la música está presente en tu vida lo primero que te venga a la mente sean momentos de ocio. Una fiesta con tus amigos, un concierto de tu cantante favorito o incluso una película con una banda sonora pegadiza.
Pero esto es solo una pequeña muestra, porque realmente la música está presente en infinitos instantes de nuestra vida, haciéndonos bailar, vibrar, cantar y, sobre todo, sentir. Es precisamente este último atributo el que convierte a la música en un factor decisivo para nuestro bienestar.
Poco importa dónde la escuches, su efecto será igual de reparador si suena mientras te duchas, durante un largo atasco en el que tu estás atrapado dentro del coche o en una cena rodeados de nuestras personas favoritas.
La “culpa” de esto la tiene su poder estimulante. Cuando escuchamos una canción, el cerebro libera dopamina, esto es la hormona que nos despierta la sensación de placer. De modo que, cuando le damos al play estamos accediendo a que la melodía se cuele en nuestro cerebro estimulando a una amplia franja de regiones cerebrales. Este efecto puede aparecer, incluso, antes de escucharla. Según los expertos, con el simple hecho de saber que vamos a tener una sintonía de fondo, sus efectos ya se empiezan a sentir.
Concentración
Es el eterno debate: trabajar con música es bueno o nos distrae. Se podría decir que la respuesta depende de varios factores como son la persona, el tipo de actividad que realicemos y el tipo de música elegida. Ahora bien, en términos generales, la música tiene la capacidad de potenciar la mente, especialmente aquellas categorías de música más melódicas como es el caso de la clásica.
Relajación
Existen múltiples experimentos e investigaciones que corroboran el poder de la música a la hora de relajarnos. Concretamente, en lo que a reducir el estrés se refiere. Y es que algunas canciones funcionan como un bálsamo y permiten relajar el ritmo cardíaco, la respiración y la actividad cerebral. Entre todas, hay una que funciona mejor que todas las demás: Weightless de la banda británica Marconi Union que, según un estudio de Mind Lab Institution es la canción que más relaja.
Humor
El buen humor, es uno de los beneficios de la música en nuestro bienestar que más agradecemos y si la música es capaz de arrancarte una sonrisa incluso en tus días más grises, tú también deberías. Está científicamente comprobado, la música tiene influencias directas en nuestro estado de ánimo y nos permite evadirnos de las preocupaciones. Por ello algunas personas recurren a la musicoterapia como tratamiento alternativo.
Aprendizaje
¿Recuerdas que en la época escolar muchas de las cosas que te enseñaban los profesores eran en forma de melodía? En esto también tiene mucho que ver la dopamina de la que hablábamos anteriormente. Está demostrado que aquellas cosas que recordamos más están vinculadas a algún tipo de componente emocional, de modo que, si estudiamos con música –que fomenta nuestra alegría– seremos capaces de memorizar mejor todo lo aprendido en ese momento.
Salud
Cuando hablamos de musicoterapia podemos referirnos tanto a las terapias que siguen algunas personas para gestionar sus emociones con música y, también, a un tipo de tratamiento que se lleva a cabo en determinados pacientes con el objetivo de reducir su dolor agudo o crónico.
Estamos hablando de personas que sufren enfermedades como artritis o artrosis. Ellas padecen fuertes dolores, pero la musicoterapia les ayuda ya que, libera endorfinas que contrarrestan el dolor.
Defensas
Cuando nos resfriamos con frecuencia solemos echarle la culpa al frío –o al compañero de al lado en el trabajo–, pero lo cierto es que si nosotros caemos enfermos con frecuencia algo mal estamos haciendo.
Tener un sistema inmunológico débil es, de hecho, una causa frecuente y la música puede ayudarnos en ese sentido al aprovechar el cortisol que se produce para reducir nuestros niveles de estrés, regular nuestra presión arterial y prevenir la inflamación, factores que influyen en el sistemainmunológico.
Descanso
Es una de las herramientas imbatibles contra el insomnio. Algunas personas temen que si se ponen música por la noche justo antes de acostarse –o para el momento de dormir, incluso– se desvelarán y entonces ya no dormirán en toda la noche.
Nada más lejos de la realidad. Del mismo modo que algunas personas deciden leer justo antes de dormir para coger el sueño, la música se encarga de ralentizar el corazón, dilatar los vasos sanguíneos, reducir el tamaño de la pupila y relajar los músculos, es decir, prepara nuestro cuerpo para dormir.
Fuente: Velfont.com