Se trata de un concepto creado por el sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman, quien denomina “amor líquido” a las relaciones individualistas que están marcadas por el deseo de satisfacer sus necesidades de forma inmediata, como si se trata de una compra que realizas en Amazon y que únicamente estás esperando a que llegue para usar y luego desechar.
El amor líquido habla sobre la fragilidad de los vínculos humanos.
En estas relaciones lo que más predomina es el egocentrismo. No hay un vínculo fuerte de amor verdadero. De aquí es donde surge el término “amor líquido”, una metáfora que compara lo pasajero que fluye y no queda retenido, con algo sólido y estable como sería una relación sólida.
¿Cómo saber si soy víctima del amor líquido?
Insatisfacción emocional
Vives en modo automático y no quieres cuestionarte del futuro, simplemente dejas que la relación siga fluyendo sin compromiso de por medio.
No hay (o simplemente no existe) una buena comunicación
La relación se basa en encuentros meramente sexuales. No hay un deseo por realmente conectar, platicar, profundizar sobre lo que ambos necesitan
Actitudes pasivo-agresivas
No existe confianza absoluta hacia tu pareja para hablar. Si te expresas eres reprimido.
Llevas una relación abierta
Desde el inicio tu pareja te pidió libertad en la relación; no hay exclusividad íntima ni afectiva.
Fuente: Revista Glamour
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