Las vacaciones en familia son una muy buena oportunidad para fortalecer la comunicación entre padres e hijos, así como entre los mismos hermanos. Y por qué no, hasta limar las asperezas, si es que estas existen.
También sin arruinar la diversión de estos días, se podrían - sutilmente- promover ciertos hábitos y rutinas que se hacen necesarios para la armonía y bienestar familiar. Pues el acelerado ritmo y demasiadas ocupaciones del día a día, tanto de los padres como de los hijos, muchas veces no dejan tiempo para hablar de los cambios o ajustes que se requieren.
¿Cómo lograrlo? Primero que nada es necesario planear bien las vacaciones, con el fin de evitar el menor estrés posible. Por favor no confíes en ese viejo dicho de que “lo que no se planea sale mejor” créeme no hay nada de cierto en este dicho, cuando de vacaciones se trata.
Confirma con cuánto dinero cuentas antes de elegir el destino que quieres visitar, y así evitaras quedarte sin dinero antes de tiempo o regresar de las vacaciones con una enorme deuda. Empieza desde ahora a albergar la mejor actitud positiva, la cual te ayudara a mantener paciencia y sobretodo claridad e inteligencia para resolver los imprevistos. Habrá cosas o situaciones que no podrás evitar que sucedan, pero tu actitud te ayudara a controlar el cómo reaccionar ante ellas.
Algo muy importante es cuidar el consumo del alcohol, tanto en los adultos como en los adolescentes durante estos días, pues efectivamente las vacaciones son para relajarse y disfrutar el salir de la rutina, pero el alcohol no tiene que ser el medio para lograrlo.
Por último, permite que cada uno de los miembros de la familia participe en la planeación de las vacaciones, esto creara un vínculo importante entre todos y el interés y participación durante el viaje será más integral y de beneficio para todos.
¡Felices vacaciones!
Mariano Osorio
#Piensa positivo
Igualmente, bendiciones para ti y toda tu familia