Hace unos días encontré esta linda historia con una gran enseñanza y que deseo compartir contigo con el fin de que te inspire, al mismo tiempo que puedas compartirla con tus hijos en uno de esos momentos en que no encuentras cómo ayudarlos a ver la luz, cuando se sienten frustrados con los resultados de sus esfuerzos.
Se trata de joven impaciente que sentía que sus talentos no eran reconocidos y esto le producía una gran frustración.
Al verlo así, su abuelo le dijo: "Escuché que hay muchas luciérnagas en el bosque y que aquellos que las puedan ver ganarán sabiduría, tal vez te gustaría intentarlo”.
El joven se emocionó y corrió al bosque esa noche llevando consigo una antorcha.
Después de varias horas y muy decepcionado de no haber visto ni una luciérnaga y en lugar de ello haberse ganado varios piquetes de mosquitos, regreso a buscar a su abuelo para reclamarle. Entonces el abuelo le ofreció acompañarlo para demostrarle que sí había luciérnagas y que él no había mentido.
Dejó que el muchacho llevara la antorcha de nuevo, pero ya dentro del bosque muy tranquilamente se la quitó y la apago. El muchacho impacientemente le reclamó, diciéndole que no podrían ver nada en esa obscuridad y el abuelo en silencio le indicó que se callara.Unos minutos después, a través de la obscuridad, empezaron a aparecer unas pequeñas luces, éstas se volvían más y más brillantes, hasta que por fin pudieron distinguir claramente que eran las luciérnagas.
El abuelo le dijo a su nieto: “el brillo de las luciérnagas siempre estuvo aquí. Cuando apagué la llama, tú fuiste lo suficientemente paciente para esperar y entonces las luciérnagas se hicieron obvias en la oscuridad.
Así es como está tu vida actualmente, en un estado de obscuridad y debes creer que en la oscuridad puedes encontrar la luz de la esperanza”.
Cuando el joven escuchó esto, conmovido comprendió la intención de su abuelo.
Enseñemos a nuestros hijos a mirar a través de la oscuridad, contándoles una historia como esta o enseñándolos a mirar a las estrellas en una noche obscura, es decir, a ser pacientes y a nunca perder la esperanza de que todo volverá a iluminarse, todo volverá a estar bien.
Mariano Osorio
#Piensa positivo
Qué hermosa historia para enseñar a nuestros hijos el valor de la fe y que siempre después de la obscuridad al final encontraremos la luz