Si acaso has empezado a sentir sobre tus hombros la presión de todo el trabajo que representa para ti la llegada de las fiestas navideñas, te sugiero que esta vez te decidas a pedir ayuda.
Lo primero que tienes que hacer es no sentirte mal o acusarte de ser una mala madre, esposa, abuela, hermana o tía. Sólo piensa que el hecho de que desde ahora hayas empezado a sentir la presión de este compromiso, es la mejor señal de que esta vez necesitas ayuda.
Sólo recuerda que no hay nada más efectivo para desalentar el espíritu de cooperación y motivar la resistencia a la ayuda que pedirla a través de reclamos, quejas o acusaciones.
Te sorprenderá de manera agradable el descubrir que pedir lo que necesitas de una manera constructiva te produce resultados positivos.
Delega, pide ayuda; seguro habrá muchas cosas que alguien más puede hacer, y aunque no lo creas, muchas veces las personas que pueden ayudarte, ni siquiera saben o perciben lo cansada que te encuentras o la presión que has empezado a sentir, hasta que se los haces saber.
Estas fiestas son principalmente una oportunidad para compartir y disfrutar de la compañía de los seres queridos. ¿Qué tal si para este año consideraras sólo tu presencia como el regalo perfecto?
Mariano Osorio
#Piensa positivo
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