La Navidad supone un tiempo de armonía, de paz y de amor, o al menos es lo que la mayoría anhelamos. Desafortunadamente, en algunos casos las tensiones se apoderan y las divisiones o peleas familiares se convierten en el centro de atención en estos días.
Tratemos de no estropear nuestra Navidad y encontremos formas de evitar los dimes y diretes o enemistades sin razón.
El orgullo o envidias entre los familiares perjudican las relaciones, no hay nada más sano que alegrarte por los logros y el bienestar de los demás. Recuerda que la envidia pone el control de tu vida en manos de quienes envidias.
En ocasiones las reuniones navideñas implican ver o reunirse con personas que preferimos evitar, pero que en estos días es prácticamente imposible. Entonces hagamos el esfuerzo por aceptar que sólo será por unas horas o unos cuantos días y mantengámonos en control de nuestras reacciones respecto a los comentarios o acciones irritantes de estas personas. Sobre todo, si eres el anfitrión, piensa que es tu deber y propósito mantener la armonía entre todos los ahí presentes.
¡Da y acepta muchos abrazos! Los abrazos tienen el poder de curación y pueden ayudarte a aligerar el alma enojada. Un cálido abrazo puede hacer mucho para que la relación se mantenga en la actitud correcta el resto del día, sobre todo con aquellos parientes que no tienes una buena relación.
Si eres el anfitrión y sabes de asperezas entre los ahí reunidos, no olvides mantener el consumo de alcohol al mínimo, con el fin de evitar discusiones violentas.
Por último, prepárate para celebrar la Navidad, no te permitas pensamientos negativos al respecto y en lugar de eso, decide disfrutar a pesar de todo. ¡Come, brinda y sé feliz con la gente que amas!
Mariano Osorio
#Piensa positivo
Hola Mariano, esta es una época maravillosa, para perdonar y dar amor , aunque como mencionas la envidia prevalece y no permite que valoremos y apreciemos a nuestra familia y gente del trabajo, gracias por tus consejos y felices fiestas, saludos a todo tu equipo