Alimenta tu alma

Sin duda un buen estado físico acondiciona nuestro cuerpo y por supuesto un buen estado espiritual nutre nuestra alma. 
Esto es el equilibrio perfecto ¿no es así? ¡No te preocupes! no voy a sugerirte alcanzar el balance perfecto en tu vida, pero lo que logres te hará sentir mucho mejor que ahora, eso te lo aseguro.  
Estoy seguro que para alcanzar un estado espiritual en armonía debemos desarrollar virtudes verdaderas, de no violencia, de amor a la naturaleza, de compasión y humildad por los que nos rodean, así como de amor y servicio a quienes lo necesitan. 
Normalmente dependemos mucho de nuestros sentidos: vista, tacto, gusto, oído, olfato. Todo lo que percibimos a través de ellos atrapa nuestra atención. Yo quisiera sugerir el esforzarnos por atender qué ocurre en nuestro interior, en nuestro estado espiritual, donde se encuentra nuestra fuerza, la fuerza divina. Cuando vivimos la experiencia de esa divinidad dentro de nosotros podemos reconocer nuestra alma a través de su directa y estrecha relación con Dios. Cualquiera que sea el Dios o la fuerza divina en que tú creas.   
La confianza en nosotros mismos es el resultado de la experiencia, no del aprendizaje intelectual. Un adulto con autoestima no es el niño al que le enseñaron lo que era el amor sino aquel que vivió con amor. 
Si nos atrevemos a aceptar la responsabilidad de nuestras reacciones ante lo que acontece en nuestra vida aceptaremos el valor que tenemos como personas y, sin duda, nuestra vida cambiará para bien. 
No podemos evitar la adversidad pero sí podemos elegir cómo reaccionar ante ella. 
#PiensaPositivo