¿Tus hijos pequeños continúan sintiendo miedo por los temblores? Te preguntan todo el tiempo si va a temblar otra vez o ¿en dónde dormirán si un temblor los obliga a dejar su casa?
No podemos controlar los desastres naturales que puedan enfrentar nuestras familias, pero sí podemos tranquilizar a nuestros niños y aminorar sus temores, asegurándoles que haremos todo lo posible por estar junto a ellos para protegerlos y mantenerlos a salvo.
La imaginación de los niños puede producirles altísimos niveles de estrés, si no les proveemos la información necesaria y de acuerdo a su edad. No siempre podemos protegerlos de la realidad y nuestros niños no tardan en darse cuenta de que a veces no están completamente seguros. Por ello, debemos ayudarlos a comprender un poco más sobre los desastres naturales, su lugar en el mundo y cómo estos desastres pueden afectar su fe.
Inclúyelos, de acuerdo a su edad, en el plan familiar de emergencia, tal vez incluso pudieras platicar con ellos sobre los juguetes que desearían llevar con ellos en caso de tener que evacuar su casa por unos días, de quién se encargará de su perro o mascota. Habla frente a ellos de lo que harán los hermanos mayores. Los niños se sentirán más seguros y aliviados al saber que sus padres tienen un plan y que estarán con ellos en caso de que un terremoto llegara a ocurrir.
Cuando comentes con tus hijos sobre los terremotos pasados, trata de enfocarte en la increíble ayuda que muchos ciudadanos dieron a quienes lo necesitaron. Enfatiza que en estos acontecimientos siempre hay gente buena prestando ayuda, unión y hermandad entre los ciudadanos. Y recuerda que lo que más preocupa a los niños pequeños no son los desastres por sí mismos, sino el tener la certeza de saberse protegidos y acompañados por sus padres en caso de que algo suceda.
Mariano Osorio
#Piensa positivo