En la última década ha crecido exponencialmente el interés y reconocimiento de la importante relación que existe entre la salud y la fe de las personas enfermas, tanto en las facultades de medicina de reconocidas universidades como en instituciones de salud en diversas partes del mundo. La religión y la espiritualidad son hoy parte del currículo de algunas universidades, así como temas de investigación y entrenamiento del personal médico en estas áreas.
Hoy podríamos decir que cuando se trata de tu salud, tu fe puede ser tan importante como tú historia genética, pues se ha podido comprobar que la fe, las creencias y el nivel de espiritualidad del paciente juegan un importante papel en su tratamiento y posible recuperación.
Los pacientes que mantienen su fe sólida, a pesar de la enfermedad, se sienten convencidos de no estar solos al momento de enfrentar su mortalidad, pues manifiestan que además de sus seres queridos un poder divino los acompaña. Esto les da fuerza y sobre todo los ayuda a mantener una actitud más positiva.
También debemos estar atentos a la preocupación de algunos estudiosos del tema sobre algunos casos en donde la fe y las creencias religiosas del paciente pueden llevarlo a tomar decisiones equivocadas resistiéndose a reconocer la enfermedad y la necesidad de tratamientos médicos.
Personalmente entiendo que lo más significativo de este avance es el reconocimiento de que la fe no te asegura la vida, sino que te da la fuerza necesaria para enfrentar lo que haya que enfrentar, sea un largo y complicado tratamiento o un diagnostico terminal.
Mariano Osorio
#PiensaPositivo
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