La familia nos da el sentido de unión, el sentido de pertenencia, pero también, de vez en cuando, es la fuente principal de tus angustias o de tu estrés, sobre todo cuando se da un cambio sustancial en la dinámica familiar. Pero en muchos casos estos cambios nos hacen descubrir cosas de nosotros mismos que no sabíamos y que pueden sorprendernos positivamente cuando perseveramos en nuestra adaptación por el bien nuestro y de la familia.
Tal vez siempre pensaste que la ayuda de un terapeuta solo era para aquellas personas que no sabían afrontar los problemas de la vida real, y ahora, después de un amargo divorcio aceptas que no es malo necesitar y buscar ayuda para ti y para tus hijos.
O de pronto haz tenido que empezar a convivir con los hijos de tu nueva pareja y estás aprendiendo a morderte la lengua en situaciones que normalmente no lo harías y te aseguras de que la comida favorita de todos se encuentre en la mesa, cuando te visitan.
Otro digno ejemplo, es el de las mujeres que con su primer bebé sufren por meses imaginando que todo volverá a la normalidad nada más que su hijo pase tal o cual etapa, pero un día entienden que esa “normalidad” no volverá y se deciden por fin a redescubrir y aceptar su nueva identidad con positiva actitud.
La vida no es estática, todo se mueve, todo cambia y la familia es donde comienza la vida y donde el amor nunca termina.
Aceptemos los cambios, adaptémonos y vivamos felices.
Mariano Osorio
#Piensa Positivo
Si Mariano tienes mucha razón el sacar una familia adelante, en el camino descubres que tenías tantas cualidades que solo cuando surgen esos grandes problemas salen a flote para poder seguir en tu tarea de siempre estar muy fuerte para ellos. Y eso te hace crecer como como persona y te enorgullece