Hay dos actitudes que te alejan o desvían de tu camino a la espiritualidad y ellas son: La impaciencia y la envidia.
La impaciencia crea insatisfacción, genera estrés, temor y te hace tomar decisiones equivocadas.
Si sabes, sin duda alguna, que lo que estás haciendo es congruente con tu propósito de vida y tu compromiso con ella, entonces estás en paz y vives en armonía, si en cambio tu pensamiento es uno y tus acciones son otras, vivirás en estrés permanente y descontento.
Respecto a la envidia es muy importante entender que no sólo se trata de desear lo que otros tienen, sino el desear que esos otros no lo tengan.
La envidia siempre te traerá niveles de destrucción considerables pues estás atrayendo hacia a ti mismo todo aquello malo que desees para esa persona a la que envidias.
Respeta tu individualidad y resístete a la comparación, al deseo de tener o ser como los demás. La envidia siempre te quitará el control de tu vida y la pondrá en las manos de quienes envidias.
#PiensaPositivo
Buenas tardes Mariano no cabe duda que la envidia y la impaciencia nos limitan y le damos fuerza a nuestros pensamientos porque sino somos felices con lo que tenemos menos con lo que nos falta cada quien tiene a sus posibilidades y debemos de agradecer con lo que dios nos da ya con la vida diaria es un tesoro para agradecer saludos