He mencionado la importancia de comunicar nuestros sentimientos, de no guardarlos, de aclarar siempre los malos entendidos y nunca arrepentirnos de no haberle dicho a alguien lo mucho que lo amamos; de escuchar con compasión.
Algunos psicoterapeutas de pareja afirman que en la mayoría de los divorcios, contrario de lo que comúnmente se piensa, el principal problema no es el dinero, la infidelidad o la falta de amor sino el deseo de ganar para demostrar quién tiene la razón.
Es muy triste ver que estas parejas no buscan entenderse sino solo ganar. Esto los lleva a ignorar o a traicionar sus propios sentimientos, lo cual desencadena hostilidad, competencia, desesperación, rompiendo con esto todo puente de comunicación posible.
Tal vez ganar los hará sentirse fuertes y a salvo, pero solo por un tiempo porque seguramente lo que habrán ganado no es exactamente lo que deseaban en su fuero interno.
Proponer un ambiente de colaboración, de entendimiento y, sobre todo, escuchar con compasión y respeto es el mejor camino a una resolución pasiva para el bien de todos los integrantes de la familia. Dejar de pensar que ya sabes lo que dirá la otra persona y de ensayar una respuesta, te permitirá entender algo que no habías querido escuchar y que hoy te hace comprender algo más. Aun sin estar de acuerdo podrás tener un mejor entendimiento de la situación si logras expresarte y escuchar con la única idea de que se resuelva el conflicto.
Cuando ambos se comprometen a entender el punto de vista de cada uno, se crea una atmósfera de confianza y seguridad que promueve el deseo de trabajar juntos en la resolución del conflicto y se disuelve el deseo de pelear.
Sé que no es fácil, mucho menos si llevas tiempo con determinado problema. Sin embargo, inténtalo poco a poco. Estoy seguro de que cuando veas los resultados desearás continuar con esta nueva forma de escuchar con compasión, con la única intención de resolver y no de ganar.
#PiensaPositivo
Gracias Mariano por tus consejos y a tu equipo, nos ayudan muchísimo