En esta época del año un bombardeo de emociones encontradas nos toma presos y nuestra fuerza de voluntad se disuelve con la frustración, la emoción, la impaciencia, la alegría o el enojo, entre lo que queremos, deseamos, podemos y no podemos tener para celebrar.
Nos rodean circunstancias o situaciones que no nos gustan y en las cuales no tenemos control alguno. Pero muchas otras existen, en las cuales - afortunadamente - si tenemos el control para resolverlas o cambiarlas, si así lo deseamos.
Aprendamos a reconocer las emociones dañinas que nos impiden ver y disfrutar el momento. Mostremos respeto por las personas que lo merecen y seamos bondadosos con la gente que nos necesita. Ya sea que tu tradición sea religiosa o simplemente desees disfrutar las festividades, enfoca tu atención en los regalos que ya tienes en tu vida y la celebración será más agradable y satisfactoria.
Los pequeños detalles, las situaciones cotidianas que a menudo pasamos por alto, por permitirnos esa mentalidad de “más y mejor”, son lo que crean la verdadera riqueza en nuestra vida. Y mientras más atención les brindemos a esas alegrías aparentemente triviales, más las notaremos en todas partes, incluso después de que hayan pasado las fiestas.Apaga tu teléfono, cierra tu red social por unas horas y conecta con abrazos, cara a cara, frente a frente y en vivo y a todo color en esta Navidad.
Mariano Osorio
#Piensa positivo
Bonito consejo, ojalá lo logremos. Saludos. Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo, te envío un abrazo. Y me gustan mucho tus blogs