¿Tú qué dices? Existen poderosas razones que algunos citan al Internet como el principal motivo de esta ansiosa impaciencia en la que mucha gente vive hoy.
Si una pizza y hasta un nuevo amigo pueden llegar a la puerta de tu casa en cuestión de minutos ¿qué sucede cuando otras cosas o situaciones se llevan más tiempo del que esperabas? ¡Estalla tu impaciencia!
Sin embargo, si le pensamos un poquito, no necesariamente es la culpa del internet sino la falta de control en cada uno de nosotros, es decir dejar en otras personas o situaciones el manejo de nuestros tiempos y prioridades.
Darles el control de nuestra vida a otros, es perder poco a poco la valiosa virtud de la paciencia.
Y si tienes hijos, no debes permitirte perder esta virtud, sino todo lo contrario, incrementarla. No solo porque te ayudará a ejercer tus deberes como mamá o papá, sino porque es de vital importancia que nuestros hijos aprendan desde pequeños a ser tolerantes y pacientes. Y no lo digo yo. Psicólogos, educadores, expertos que se encargan del desarrollo de políticas y normas en una ciudad o país; todos ellos enfatizan frecuentemente en la necesidad de criar ciudadanos tolerantes y pacientes. Estudios demuestran que la mayoría de las personas impacientes, que pierden el control cuando no consiguen lo que quieren a la hora que lo quieren, siempre acaban metidos en problemas de todo tipo.
En cambio, aquellos niños en quienes se fomentó la paciencia y la tolerancia se convierten en adolescentes competentes en los ámbitos sociales y académicos según sus padres. Se dice también que estos jóvenes tienden a lidiar mejor con la frustración y a resistir la tentación hacia lo que no es apropiado para ellos.
Recordemos que somos el ejemplo más fuerte y más determinante para nuestros hijos. Paciencia y tolerancia, dentro y fuera de casa es el mensaje para nosotros los adultos.
Mariano Osorio
#Piensa Positivo