Hace unos días me encontré con un amigo en la graduación de uno de mis hijos y me comentaba con preocupación, pero más con tristeza, que uno de sus hijos había pasado el año de puro panzazo. Me comentaba, con pesar, que su esposa y él quisieran realmente poder motivar a sus hijos a estudiar mejor, a empeñarse por salir bien en los exámenes, tener mejores aspiraciones y no cumplir nada más con pasar el año escolar.
Le comenté que, sin ser un experto en la psicología, yo creo que mucho radica en los mensajes que, de manera directa e indirecta, les transmitimos a nuestros hijos sobre los beneficios que el estudio nos provee.
Y reflexionando un poco más me atrevo a decir que hay tres cosas importantes que la mayoría de los papás no nos atrevemos a promover en nuestros hijos, y que, si abrimos un poco nuestro panorama nos daremos cuenta de que existen incontables ejemplos de que éstas pueden funcionar. Aquí te las comparto:
- Fracaso: Hablarles del fracaso, de la posibilidad de que ellos tengan que fracasar una o más veces antes de lograr lo que desean. Por mencionar un ejemplo, cuántas veces hemos escuchado que grandes científicos, deportistas, actores tuvieron que pasar por varios intentos o fracasos para alcanzar el éxito que buscaban. El punto aquí es no claudicar y esforzarse.
- Tolerancia: Ayudarles a practicar la tolerancia a la frustración cuando piensan que estudiaron lo suficiente y el resultado no es el que esperaban. Si aprenden a tolerar la frustración podrán encaminar su energía a tratar de buscar en que fallaron, a reconocer que requieren de un mayor esfuerzo para lograr los resultados que anhelan.
- Talento: Ayudarlos a comprender que no toda las personas exitosas que conocen nacieron con talento. Con frecuencia confundimos el esfuerzo con el talento porque no vemos las horas de práctica, del arduo trabajo de días, semanas y hasta años para alcanzar éxito.
Y por supuesto, lo más importante, si realmente queremos motivar a nuestros hijos, necesitamos no solo decírselos sino mostrárselos con nuestras acciones diarias y sobre todo la forma en que nosotros como padres reaccionamos a sus fracasos y frustraciones.
Mariano Osorio
#Piensa Positivo