A más de una persona, si no es que a todos, nos ha fallado acabar con un mal hábito a la primera. Si acaso es uno de tus propósitos de este año, aquí te comparto dos sugerencias para lograrlo.
Muchas veces con la emoción de iniciar un nuevo año nos damos a la tarea de enlistar una serie de malos hábitos que queremos cambiar en nuestra vida. Ser puntual, comer menos, ver menos televisión, leer más, ser más organizado, etc.
La primera sugerencia es que comiences por cambiar uno a uno y no todos a la vez. Pues no importa cuán entusiasmado estés, el asumir más de un cambio a la vez te preparará para el fracaso. Sin duda, no es imposible, pero tampoco fácil. Lo que sí es muy seguro es que si lo intentas uno por uno, las posibilidades de lograrlo se multiplicarán. Dedica toda tu atención y esfuerzo en un solo hábito y cuando sientas que estás cerca de conseguirlo, inicia el siguiente.
Segundo, es muy importante saber o reconocer lo que provoca el mal hábito para poder cambiarlo. Cada hábito tiene al menos un mismo evento que le precede inmediatamente. Por ejemplo, si te quedas viendo la televisión hasta muy noche, al día siguiente no podrás despertarte temprano y por lo tanto no podrás ser puntual. Si no comes a tus horas, no podrás dejar de comer más de lo necesario, porque cuando comes tienes demasiada hambre.
La clave, por supuesto, es no rendirse después del primer fracaso, sino restablecer tu resolución, analizar qué salió mal y planear y decidirse a superar esos obstáculos.
Mariano Osorio
#Piensa positivo
Gracias mil por tus atinados consejos. Feliz año