“Aprendí que las personas olvidarán lo que dijiste, olvidarán lo que hiciste, pero nunca olvidarán, cómo les hiciste sentir”
Maya Angelou
Hace un tiempo que encontré esta reflexión y me gustó mucho, pero hoy en el Día del Niño toma un verdadero sentido en la relación con mis hijos y puede ser que también lo haga contigo, si eres padre.
Podemos decirles a nuestros hijos un sinfín de cosas todos los días; haz esto, no hagas lo otro, te quiero, estoy enojado contigo, comprarles un súper regalo en su día y hasta hacerles fiestas, pero muy posiblemente todo esto lo olvidaran.
Lo que no olvidarán es la forma en que les hicimos sentir mientras estuvieron a nuestro lado: solos o acompañados, tontos o inteligentes, olvidados o presentes, menos importantes o lo más importante en nuestra vida.
Muchos padres vienen de una niñez abandonada o solitaria. Una infancia en la que los padres estaban totalmente desconectados del mundo interior de sus hijos, de sus sentimientos y sus emociones. Algunos de estos niños -ahora padres- se juraron así mismos que ellos serían diferentes con sus hijos. Tal vez hoy es un buen día para recordar este juramento.
Uno de los regalos más importantes que un padre puede darle a un niño es su presencia, validación y seguridad. Cuando las personas nos sentimos seguras nos es más fácil cultivar la capacidad de confiar en los demás y progresar.
Así que si te descubres que todo el día has estado corriendo de un lado a otro sin prestar atención a tus hijos, en lugar de lamentarte, hazte presente y optimiza el tiempo que dediques a ellos. Nunca seremos los padres perfectos, sin embargo, podemos ser suficientemente buenos para hacerlos sentir seguros y felices.
Mariano Osorio
#Piensa Positivo
Gracias Mariano por que eres una gran persona