La persona que no prospera, este que referiré a continuación es el espejo en el que ninguno de nosotros debe verse, en el que ninguno de nosotros quiere verse, en el que ninguno de nosotros ni de nuestros seres queridos debe llegar a identificarse.
Esta es la bitácora del día de una persona que no prospera:
De 6 a 7 de la mañana sigue su ciclo de sueño. De 7 a 8 sigue durmiendo. De 8 a 9 en el mejor de los casos se levanta, se lava, no se rasura, desayuna de cualquier modo y corre a alcanzar el camión.
De 9 a 1 comienza a trabajar, bueno en realidad empieza a hacerlo a las 9:30; porque de 9 a 9:30 no ha llegado a su trabajo o si llegó, pero se ocupa de ver alguna nota del periódico, alguna red social o alguna historieta policíaca, quizás de tomarse un café con sus galletitas para empezar a platicar con alguien que está cerca de él.
De 1 a 1:30 sale a tomar la copa, come unos tacos violentamente, compulsivamente y regresa de mal humor, por cierto, a trabajar.
Durante esas horas y hasta las 5 se queja de las horas corridas, se queja del calor, se queja del frío, critica a sus compañeros responsables llamándolos lambiscones. Critica la manera de vestirse de los que están cerca de él y critica y critica y critica más.
De 5 a 8 va en busca de sus amigos, entra al primer café o cantina que encuentre y mata el tiempo discutiendo de política, mujeres y particularmente de fútbol.
Hacia la noche entre las 8 y las 11 agotados los comentarios del día, juega su billarcito y probablemente hasta pueda entrar al cine.
De las 23 horas a la 1 de la madrugada sigue de paseo, corre su juerguita, termina cenando compulsivamente sin disfrutar lo que está degustando simplemente comiendo por comer y evidentemente acompañando sus taquitos de una buena cervecita para dormirse a la 1 de la mañana aproximadamente.
¿Te hace sentido esta historia?
Buenas noches linda reflecciones mariano gracias por existir