La adecuada alimentación es uno de los aspectos que en las últimas décadas se ha resaltado, esto con el objetivo de evitar problemas de salud que han ido en crecimiento y desde temprana edad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una mala nutrición puede derivar en la reducción de inmunidad y aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades. Es así como hay distintas recomendaciones sobre qué tipo de alimentación tener como son las verduras, cereales, frutas, productos lácteos sin grasa y alimentos con proteínas como mariscos, carnes magras, entre otros.
Es así como también varios especialistas han recomendado evitar con exceso varios alimentos que en grandes y prolongadas ingestas pueden generar un daño en el cuerpo.
Uno de los productos que se consideran ‘peligrosos’ es la bebida azucarada con las gaseosas. En el caso de los refrescos, estos poseen grandes cantidades de azúcar así como ácido aspártico y femilamina lo que conlleva a un aumento del sobrepeso y la posible aparición de enfermedades cardiovasculares, también aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2. El portal Mejor con Salud recogió la recomendación de la Sociedad Americana del Corazón, que establece que máximo a la semana se pueden tomar 36 onzas de estas bebidas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ha destacado que en un plan de alimentación debe haber poca cantidad de grasas saturadas, trans, colesterol, sal y azúcares agregados. Justamente las grasas trans y saturadas son otros de los limitantes que se debe tener en la dieta, se recomienda no consumir más del 25% ya que puede propiciar también el sobrepeso y aumento del colesterol LDL.
El portal de salud también ubica un consumo elevado de azúcares como una situación peligrosa para el cuerpo ya que puede derivar la aparición de obesidad, diabetes, sobrepeso, hígado graso, entre otros. Tras una revisión científica se identificó que el azúcar refinada o adicionada contribuye a la hiperactividad, enfermedades mentales y más.
Finalmente, la carne y los pescados han sido señalados como productos peligrosos debido a que estos pueden tener elementos que se debe tener precaución. En el caso de las carnes pueden guardar pesticidas solubles en grasa que queden en los tejidos, mientras que en algunas especies de pescados puede haber grandes cantidades de metales pesados como el mercurio por lo que se limita su consumo en mujeres embarazadas, niños menores de 10 años y más.
Fuente: eluniversocom