Uno de los fenómenos determinante de nuestra era es el hecho que los humanos pasan mucho tiempo viendo una gran cantidad de imágenes de personas sexualmente atractivas. Esto ha ido incrementándose, pero se puede decir que con las redes sociales y las aplicaciones de citas en los últimos años ha crecido de manera exponencial.
Las imágenes de personas atractivas tienen efectos en la psique y en los centros afectivos y desiderativos del ser humano, hasta el punto de que modifican de manera importante la conducta. El hecho de que estas interacciones con personas sexualmente atractivas ocurran fundamentalmente en línea modifican los comportamientos y los dotan de un aire de irrealidad.
Uno de los ejemplos es que las personas suelen buscar en plataformas en línea a personas a las que difícilmente se acercarían si las vieran en la vida real.
Elizabeth Bruch, profesora de sociología de la Universidad de Michigan, ha encontrado que hasta tres de cada cuatro personas en busca de algún tipo de pareja sexual a través de sitios y aplicaciones en Internet emprende su búsqueda con la intención de "salir" con personas 25% más atractivas que ellas.
Bruch analizó a casi doscientas mil personas en sitios de solteros utilizando las respuestas que daban las mujeres a los intentos que recibían por parte de los usuarios hombres, pues el 80% de los primeros acercamientos son realizados por hombres.
Tomando en cuenta las respuestas se creó un algoritmo similar al "Page Rank" de Google para las personas, para establecer un coeficiente de atracción o de "deseabilidad". Los resultados muestran que en general las personas tienden a buscar a personas que son un 25% más atractivas que ellas, aun cuando reciben un índice de entre 0 y 10% de respuestas a sus intentos. Esto, por supuesto, significa mucho tiempo perdido… y muchas decepciones.
Además, en el estudio se identificaron ciertos estereotipos de atracción. Los hombres blancos y las mujeres asiáticas parecen ser los perfiles más populares o buscados, mientras que los hombres asiáticos y las mujeres con ascendencia africana tienen las probabilidades en contra. En contraste, los hombres de ascendencia africana tienen en general prospectos más amplios.
El estudio halló también que las personas suelen mandar mensajes más largos a las personas que son más atractivas que ellas, quizá sabiendo que están "fuera de su liga" y buscando compensar su "desventaja" por otras vías. Pero esos mensajes largos no suelen funcionar, pues las personas más atractivas no suelen dedicarle mucha atención a las menos atractivas.
Fuente: Pijamasurf