Después de que por mucho tiempo se pensó que la luz viajaba infinitamente rápido, astrónomos del siglo XVII comprobaron que aunque su velocidad era muy alta, también era limitada.
Los astrónomos notaron que las lunas de Júpiter parecían moverse más lento cuando la Tierra estaba más lejos del planeta y dedujeron que debía ser a la diferencia en el tiempo que tenía que viajar la luz desde las lunas.
La velocidad de la luz fue estimada entonces como más de 200.000 mil kilómetros por segundo, tan alta que dificultaba medidas precisas.
Fue hasta el XIX que los físicos dieron con las técnicas de laboratorio apropiadas para medir la velocidad de la luz.
Durante muchos años tuvieron que hacerse del hecho que la velocidad de la luz puede ser calculada a través de las mediciones de otras propiedades. Por ejemplo, si se sabe cuál es la frecuencia de la luz, entonces se puede estimar su velocidad con las medidas de su longitud de onda, lo que se puede hacer con mucha precisión usando una técnica relativamente simple conocida como interferometría.
Hoy la historia se cuenta diferente, ya que los científicos han logrado medir la velocidad de la luz con tal precisión que ya no se mide, sino que se define exactamente como 299 millones 792 mil 458 metros por segundo.
#PiensaPositivo
Oye Mariano, entonces ya no tarda 8 minutos en llegar a la tierra, sino mucho menos de un segundo de acuerdo a la nueva definición de velocidad?
Saludos.