“Zapatero, a tus zapatos” ¿De donde viene esa frase popular?
Pues resulta que uno de los pintores más importantes y famosos de la Grecia antigua fue Apeles, del cual no se conserva ninguna de sus obras, pero la literatura describió con mucho detalle el estilo de sus cuadros.
A Apeles le gustaba mostrar sus cuadros en público para ver si gustaban o no, y mejorar aquellas cosas que no convenciesen a sus espectadores.
En una de estas exposiciones en la plaza, un zapatero que pasaba por el lugar criticó la forma de las sandalias de uno de los personajes retratados en su pintura, Apeles aceptó la crítica y decidió modificar las sandalias y volvió a mostrar su obra en la calle. Cuando el zapatero volvió a ver el cuadro y observó que el pintor lo había corregido, decidió criticar más elementos del retrato.
Apeles, para frenar las criticas con sabiduría, le dijo: “zapatero, a tus zapatos”. Y desde aquel momento, todos los que juzgan materias de los que no son especialistas en se usa esta frase.
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