La música está por todos lados, en las tiendas, bares, autos, gimnasios y restaurantes. La mayoría de la gente no tiene ni idea de cuánto han escuchado sus canciones favoritas, pero puede llegar a ser cientos y hasta miles de veces.
La exposición repetida aumenta la probabilidad de retención a cualquier estímulo, especialmente cuando la información es idéntica todas la veces, como sucede con una grabación.
Así que la primera razón por la que recordamos las canciones con facilidad es que bombardeamos a nuestra memoria con ellas.
La segunda razón es que podemos vincularlas a emociones fuertes, las puede provocar la música misma o nosotros mismos las asociamos con eventos emotivos, de manera que pasan a representar nuestras grandes alegrías o tristezas.
En general, las memorias emocionales son fáciles de recordar sin necesidad de la exposición repetida, las canciones se nos vienen sin dificultad a la mente pues son en parte memoria motora, estas se tornan en hábitos y pueden recuperarse subconscientemente sin mucho esfuerzo, como por ejemplo caminar, conducir o nadar.
#PiensaPositivo