Tener un hobby nos ayuda a pasar el tiempo, aprender algo nuevo y expresarnos libremente. No tenemos la presión de hacer las cosas perfectas o de obtener calificaciones altas, como en un trabajo o en la universidad, pero no todo el mundo tiene uno. A veces porque no tienen tiempo, otras porque las responsabilidades del día a día los dejan sin energía, pero deberían.
Si siempre quisiste aprender a pintar, tocar el piano o simplemente salir a correr, pero no lo has hecho, este es el momento para darle una chance. No solo harás algo que te gusta, sino que puede ayudarte a ser más feliz.
La mayoría de nosotros nos definimos en función a lo que hacemos y con quienes estamos. Somos el conjunto de las personas que marcan nuestras vidas y las actividades que realizamos. Por ejemplo: una mujer que tiene hijos y es ama de casa quizás se defina a sí misma como una madre, esposa y ama de casa. Otros solo se definen por sus carreras profesionales, son médicos, abogados y nada más.
Según Patricia W. Linville, profesora de la Facultad de Psicología en la Universidad de Duke, mientras más angosta es nuestra visión de nosotros mismos, más susceptibles seremos a sufrir de ansiedad y depresión. Eso es lo que descubrió en un estudio que data de 1987 y que fue publicado en el Journal of Personality and Social Psychology.
Necesitamos considerarnos a nosotros mismos en función de muchas cosas diferentes como modo de proteger nuestra felicidad. Imagina, por ejemplo, que una persona se define a sí misma solo en función de su carrera y su pareja, ¿qué sucedería entonces si rompe su relación o pierde su trabajo? Gran parte de lo que formaba su identidad se desmoronaría, si no puede ser parte de esa pareja, ¿qué es? Si su carrera no funciona como quería, ¿qué dice eso de su persona?
Sin embargo, cuando nos miramos a nosotros mismos bajo muchas luces, como esposos, profesionales, pintores amateur, pasteleros en formación, entonces si uno de esos aspectos falla vamos a tener muchos otros en los que nos podemos sostener. No es lo mismo perder una pequeña parte de algo que nos define que perderlo todo.
Así es la «complejidad del yo», un concepto de la psicología que sostiene que nuestra identidad se compone de muchos rasgos que no se pisan entre ellos (como, por ejemplo, ser madre y pintora) y que explorarnos puede ayudarnos a ser más estables psicológicamente.
Llegar a ser así no es fácil, pero los hobbies pueden ayudarte a ser más feliz. Tomar clases de teatro puede ayudarte a canalizar tu energía creativa, mientras que ser voluntario en una organización sin fines de lucro puede ayudarte a conectarte con tu comunidad y hacer una diferencia en los demás. Sea cual sea la decisión que tomes, siempre es mejor diversificar tus actividades, los seres humanos somos muy complejos y nuestras identidades no deberían limitarse a unas pocas cosas.
#PiensaPositivo
Fuente: Vix
Los humanos somos multifaceticos y hay temores que no nos dejan avanzar en a realizar otras actividades solo nos falta un ampujoncito interior para hacerlo en lo personal el oír los consejos de todos me ha ayudado mucho