Esta es la conclusión del estudio llevado a cabo por la Universidad de Cincinnati (EE. UU.) y que recoge la revista Evolution and Human Behaviour.
Para su experimento, los investigadores contaron con la participación de 15.000 voluntarios con edades comprendidas entre los 24 y los 35 años con objeto de evaluar el tipo de enfermedades que se les habían diagnosticado en un período de 10 años, así como la frecuencia de sus visitas al médico.
Tras realizar una entrevista personal a todos los candidatos durante 90 minutos, los participantes fueron incluidos en cinco categorías sobre cánones de belleza: muy poco atractivo, poco atractivo, promedio, atractivo y muy atractivo.
Los resultados del experimento revelaron que existe una relación directa entre el atractivo físico y la salud. Así, entre los voluntarios masculinos se observó, por ejemplo, una reducción del 13% en las posibilidades de tener de colesterol alto, un 20% menos de riesgo de hipertensión o un 15% menos de sufrir depresión. Entre las mujeres, los investigadores descubrieron que las que habían sido incluidas en el grupo de “muy atractivas” presentaban un menor riesgo de sufrir diabetes o asma.
En general en ambos sexos, las personas consideradas atractivas se mostraron más positivas que las otras respecto a su estado de salud y faltaron menos a clase o al trabajo por enfermedad. Así, los expertos concluyen que cuanto más atractivo se es, menor es el riesgo de morir joven o de enfermar.
Fuente:Ecuavisa.com