Las historias de cuna se remontan a la antigua Asiria, en donde hace 3.000 años se hacían rituales mágicos destinados a calmar a los niños que lloraban mucho.
Walter Farber de la Universidad de Chicago ha traducido algunos de estos encantamientos que fueron encontrados escritos en una tablilla. Y resultaron ser un conjunto de textos que debían aprender cualquiera que quisiera convertirse en hechicero controlador de llantos.
Los encantamientos se atribuían a una o más deidades, pues se pensaba que habían sido compuestos por los dioses y entregados a los hombres; entre esos hechizos se encontraban los que servían para consolar a los niños que lloraban mucho.
Se cree que el ritual mágico consistía en la unción con aceites, mientras se recitaba el conjuro… de esa forma el bebé quedaba encantado y dejaba de llorar.
Hoy a esos encantamientos los llamamos canciones de cuna.
#PiensaPositivo
Hola Mariano, todo lo que publicas es muy interesante, quisiera que mandaras cuentos de Terror para niños, tengo 8 años. El correo es de mi mamá.