A nivel mundial, la depresión afecta a más de 300 millones de personas al año.
Casi 800.000 mueren de suicidio cada año - es la segunda causa de muerte entre las personas entre las edades de 15 a 29.
Esta enfermedad destruye la calidad de vida de cientos de millones de pacientes y sus familias. La Organización Mundial de la Salud señala que, dentro de 3 años, será la segunda causa de discapacidad a nivel global y en 2030, se convertirá en la enfermedad que más dinero requiera del contribuyente.
Aunque los factores ambientales juegan un papel en muchos casos, la genética también es importante. Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, liderados por Mary Kay Lobo, han señalado un gen que desempeña un papel central en la depresión dependiendo de su nivel de actividad, ya sea protegiendo del estrés o desencadenando una espiral descendente.
El estudio, publicado en el Journal of Neuroscience, es el primero en señalar de qué modo actúa el gen Slc6a15. “El hallazgo – explica Lobo en un comunicado de la universidad – explica cómo los niveles de este gen en determinadas neuronas afectan al estado de ánimo. Las personas con niveles alterados de este gen en ciertas regiones del cerebro pueden tener un riesgo mucho mayor de depresión y otros trastornos emocionales relacionados con el estrés".
El equipo de Lobo se centró en una región del cerebro llamada el núcleo accumbens, fundamental en el circuito de recompensa del cerebro, es decir, el mecanismo que nos permite disfrutar de determinadas experiencias. Cuando esto ocurre, las neuronas en el núcleo accumbens se activan, pero en la depresión, cualquier tipo de disfrute se vuelve difícil o imposible.
Los investigadores se centraron en un subconjunto de neuronas en el núcleo accumbens llamado neuronas D2. Estas responden al neurotransmisor dopamina, que se libera cuando estamos disfrutando de alguna actividad o experiencia. El equipo de Lobo descubrió que los niveles del gen Slc6a15 en las neuronas D2 del núcleo accumbens, estaban por debajo de los normal en ratones sometidos a estrés y que no podían enfrentarse a la experiencia (comían menos, no tenían actividad social, etc.). Pero cuando los investigadores aumentaron los niveles de Slc6a15 en las neuronas D2, los ratones mostraron una mayor resistencia al estrés.
Luego, el equipo de Lobo analizó los cerebros de seres humanos con historias de depresión y que se habían suicidado. Los resultados mostraron que en el núcleo accumbens, el gen había reducido su actividad. Aún no está claro exactamente cómo funciona Slc6a15 en el cerebro pero esta investigación podría conducir finalmente a las terapias que apunten al gen Slc6a15 como nueva manera de tratar la depresión.
#PiensaPositivo
Fuente: Journal of Neuroscience
Excelente información